Introducción
La historia se escribe en muchos lenguajes. En el espiral de tiempo y memoria, se teje en la prosa de los libros de texto, se canta en las canciones populares, se relata en los cuentos al amor de la lumbre. Pero también, se dibuja en las páginas de los cómics. Este arte, a menudo relegado al entretenimiento infantil, ha demostrado su poder para entrelazar palabra e imagen, capturando la esencia de eras pasadas con un pincel de tinta y color. Hoy, viajaremos a través de veinte cómics imprescindibles que, como un caleidoscopio, reflejan la polifacética historia de la humanidad.
«Maus» de Art Spiegelman:
El relato de la Segunda Guerra Mundial se despliega en «Maus» como un fresco sombrío y desgarrador. Spiegelman, utilizando la metáfora animal, narra la experiencia de su padre como sobreviviente del Holocausto. En este cómic, los judíos son dibujados como ratones, los nazis como gatos, y los polacos no judíos como cerdos, una representación visual poderosa de la deshumanización inherente a la guerra. Pero, «Maus» va más allá de ser un testimonio del horror nazi; también es una reflexión sobre la memoria, la culpa y la transmisión intergeneracional del trauma.
«Persepolis» de Marjane Satrapi:
En «Persepolis«, Satrapi nos lleva de la mano a través de su niñez y adolescencia en Irán durante la Revolución Islámica. Este cómic, realizado en un sencillo y emotivo blanco y negro, combina la perspectiva inocente de una niña con la crítica mordaz a la opresión religiosa y política. «Persepolis» nos invita a ver más allá de los estereotipos occidentales sobre el Medio Oriente, humanizando su historia y su cultura.
«V de Vendetta» de Alan Moore y David Lloyd:
En un futuro distópico donde Gran Bretaña está gobernada por un régimen fascista, surge un enigmático revolucionario conocido solo como «V». Con su máscara de Guy Fawkes, «V» se convierte en un símbolo de resistencia, recordándonos el poder del individuo frente a la tiranía. Aunque «V de Vendetta» es una obra de ficción, sus temas resonarán con cualquier estudiante de la historia del siglo XX y sus diversos totalitarismos.
«Pablo» de Julie Birmant y Clément Oubrerie:
Picasso, una figura titánica que definió el arte del siglo XX, cobra vida en «Pablo». Este cómic, bellamente ilustrado, se sumerge en la juventud del pintor en Montmartre, explorando su proceso creativo, sus amores y su círculo de artistas y escritores. A través de los ojos de su amante Fernande Olivier, descubrimos a un Picasso humano y complejo, un genio en el crisol de su creatividad.
«300» de Frank Miller:
Entre el choque de escudos y el grito de guerra, «300» evoca la legendaria Batalla de las Termópilas. Aunque la narración de Miller toma licencias creativas, la representación visual de la antigua Esparta y la brutalidad de su combate son impresionantes. «300» es un homenaje a la resistencia y al coraje, un espejo en el que se refleja la eterna lucha del hombre contra la opresión.
«March» de John Lewis:
«March» es un viaje personal y político a través del movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos, narrado por uno de sus protagonistas, John Lewis. Este cómic, dibujado en un potente blanco y negro, muestra los momentos cruciales de la lucha por la igualdad racial, desde los sit-ins hasta la Marcha sobre Washington. «March» no solo es una lección de historia, sino también una llamada a la acción, un recordatorio de que la lucha por la justicia es constante.
«Aya de Yopougon» de Marguerite Abouet y Clément Oubrerie:
Ambientada en la Costa de Marfil de finales de los años 70, esta serie de cómics sigue a la joven Aya y sus amigos mientras navegan por las alegrías y las pruebas de la vida en Yopougon. Aunque el tono es a menudo ligero y humorístico, Abouet no evita los temas difíciles, ofreciendo una visión matizada de la vida en África Occidental durante este período.
Safe Area Goražde» de Joe Sacco:
Este cómic es un testimonio del sitio de Goražde durante la Guerra de Bosnia. Sacco combina la narración de primera mano con una investigación minuciosa, retratando la vida en una ciudad sitiada con un realismo desgarrador. «Safe Area Goražde» no es solo una crónica de la guerra, es también un estudio sobre la resistencia humana ante la adversidad.
«Berlin» de Jason Lutes:
Un viaje a la Berlín de los años 20 y 30, «Berlin» retrata la ciudad en plena metamorfosis, desde el auge de la República de Weimar hasta el ascenso del nazismo. Con un elenco de personajes fascinantes, este cómic captura la complejidad de una época de gran cambio y turbulencia.
«El Fotógrafo» de Emmanuel Guibert, Didier Lefèvre, y Frédéric Lemercier:
Mezclando fotografías y dibujos, este cómic relata la misión de Médicos Sin Fronteras en Afganistán durante la invasión soviética. A través de los ojos del fotógrafo Didier Lefèvre, «El Fotógrafo» ofrece un retrato íntimo de un país en guerra y de aquellos que intentan aliviar su sufrimiento.
«Deogratias» de Jean-Philippe Stassen:
Con un trazo crudo y vibrante, «Deogratias» nos lleva al corazón de las tinieblas: el genocidio ruandés. A través de la historia de Deogratias, un joven hutu, este cómic retrata la brutalidad y la locura del genocidio, así como sus terribles secuelas.
«La Balada del Mar Salado» de Hugo Pratt:
Este cómic es una oda al mar y a la libertad. Ambientada en el Pacífico Sur durante los años 20, «La Balada del Mar Salado» es una aventura épica y melancólica, que explora el choque de culturas y la ambigüedad moral en un mundo en pleno cambio.
«Palestina» de Joe Sacco:
Escribir sobre «Palestina» es como escudriñar una herida aún abierta, pero Sacco se encarga de esta tarea con un trazo sensible y respetuoso. Su trabajo no solo ofrece una mirada al conflicto israelí-palestino a través de testimonios en primera persona, sino que también desafía la objetividad periodística y cuestiona la validez de las voces narrativas en la documentación de la historia.
«Pyongyang» de Guy Delisle:
Este cómic es una ventana a uno de los países más aislados y enigmáticos del mundo: Corea del Norte. Delisle nos lleva a un viaje surrealista y a veces humorísticamente absurdo a través de la capital norcoreana, revelando a la vez el control estatal omnipresente y la resistencia sutil de su gente.
«The Great War» de Joe Sacco:
Un homenaje gráfico a la Primera Guerra Mundial, este cómic despliega en formato de acordeón la Batalla del Somme en un solo dibujo continuo de 24 pies. «The Great War» ilustra la magnitud y el horror de la guerra, con una atención meticulosa al detalle que implica un asombroso estudio de la historia.
«Red Rosa: A Graphic Biography of Rosa Luxemburg» de Kate Evans:
«La rosa roja» es un tributo vibrante a una de las grandes revolucionarias del siglo XX, este cómic traza la vida y la lucha de Rosa Luxemburgo. La narración de Evans es apasionada y personal, mostrando tanto la teoría revolucionaria de Luxemburg como su humanidad.
«La Guerra de las trincheras» de Jacques Tardi:
Este cómic «La Guerra de las trincheras» es una mirada sin adornos a la Primera Guerra Mundial desde las trincheras. Tardi, con su estilo gráfico distintivo, retrata la brutalidad y la futilidad de la guerra, rescatando las voces de los soldados comunes que sufrieron y murieron en ella.
«Logicomix» de Apostolos Doxiadis y Christos Papadimitriou:
En el escenario majestuoso de la Atenas del siglo XX, el genio matemático Bertrand Russell se enfrenta a los enigmas del universo y de su propia vida tumultuosa. «Logicomix» no sólo es una novela gráfica que retrata la obsesión de Russell por la lógica y la verdad, sino que también es una representación profunda y reflexiva de una época de grandes cambios y descubrimientos.
«El Arte de Volar» de Antonio Altarriba y Kim:
En este relato desgarrador y conmovedor, Antonio Altarriba rinde homenaje a su padre, un hombre común atrapado en las tormentas de la historia del siglo XX en España. Desde la Segunda República hasta la dictadura de Franco, el cómic captura el coste humano de las ideologías y la brutalidad de la guerra y la posguerra.
«La Guerra Civil Española» de Paul Preston:
La Guerra Civil española de Paul Preston, uno de los hispanistas de mayor prestigio internacional, es uno de los textos de referencia sobre el conflicto que asoló España entre 1936 y 1939 y que marcó el resto del siglo XX. Al reconstruir la compleja trama del enfrentamiento bélico con precisión y lucidez, constituye un libro imprescindible a la hora de abordar la violenta realidad que vivió este país.
Ahora, cuando se cumplen ochenta años del golpe de Estado que desencadenó la guerra, el joven historietista José Pablo García adapta el libro de Preston al formato cómic ofreciéndonos una historia en imágenes que pretende aproximar a las nuevas generaciones el relato común de aquella tragedia colectiva, pero sobre todo contribuir a preservar la memoria de lo que ocurrió, algo imprescindible para el ejercicio cotidiano de la democracia.
Conclusión
Ahí lo tienes, veinte cómics que te llevarán a un viaje a través del tiempo y el espacio, mostrándote las alegrías y tragedias de la historia humana. Cada uno de ellos es un testamento del poder del cómic como medio de contar historias, capaz de capturar la complejidad de la historia con un pincel de tinta y palabras. Pero más allá de su valor educativo, estos cómics son un recordatorio de que la historia no es sólo un conjunto de fechas y hechos, sino una colección de historias humanas, llenas de esperanza, lucha, amor y pérdida. Así que abre uno de estos cómics y déjate llevar por la corriente de la historia. Después de todo, como dijo el poeta T.S. Eliot: «Somos el tiempo. Somos la famosa parábola de Heraclito el Oscuro. Somos el agua, no el diamante duro, la que se va, y no la que se queda«.