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Reseñas

Zipi y Zape: (Clásicos del Humor Tomo 4)

Zipi y Zape Clásicos del Humor Tomo 4 Portada recorte
Tiempo de lectura: 11 minutos aprox.

«Las Traviesuras de Zape y Zipi: Picardía sin Malicia»

La saga cómica de Zipi y Zape, los gemelos Zapallila, se encuentra en el panteón de la historieta española. José Escobar los trajo al mundo en 1948 a través de la revista Pulgarcito, y en el transcurso de casi medio siglo, se consolidaron como dos de los personajes más reconocidos de la Escuela Bruguera, convirtiéndose en ídolos de varias generaciones de lectores, niños y adultos por igual. Caracterizados por su descaro y vivacidad, siempre estaban motivados por el deseo de ayudar a los demás, aunque a menudo su fervor excesivo daba lugar a un tumulto de confusión a su alrededor.

Zipi y Zape 1ª página publicada en el número 57 del semanario Pulgarcito en 1948
Zipi y Zape 1ª página publicada en el número 57 del semanario Pulgarcito en 1948
Escobar siempre confesó que su inspiración para estos personajes vino de la serie «Max und Moritz» (1865) de Wilhelm Busch, un pionero en el mundo del cómic alemán

Sus personajes, Max y Moritz, y sus variaciones posteriores en la serie de prensa estadounidense «The Katzenjammers Kids» (1897), rebautizados como Hans y Fritz, eran dos hermanos traviesos e insidiosos, con un impulso incontrolable hacia la anarquía, dejando a su paso caos y confusión de manera intencional.

Una de las primeras portadas de Zipi y Zape en la revista Pulgarcito (Magos del lápiz)
Una de las primeras portadas de Zipi y Zape en la revista Pulgarcito (Magos del lápiz)

Sin embargo, la visión de Escobar para Zipi y Zape era bastante diferente. En lugar de ser irrespetuosos y vandálicos, serían dos figuras inocentes, dos niños con corazones puros que respetarían la autoridad paterna, pero su espíritu libre y curioso a menudo los llevaría a encontrarse en situaciones problemáticas. Su objetivo era utilizar su ingenio y inteligencia para ayudar a sus padres y compañeros sin desafiar el orden existente. Sin embargo, su entusiasmo incontenible a menudo generaría un auténtico torbellino de acontecimientos, desencadenando estruendos de proporciones variadas que culminarían en desastres domésticos pequeños o grandes.


DETALLES DEL CÓMIC

Zipi y Zape Clásicos del Humor Tomo 4 Portada

Título original: Zipi y Zape

Editorial: Bruguera, Ediciones B

Autor: Josep Escobar

Dibujante: Josep Escobar

Fecha de publicación: 2009

Género: Humor, Aventura

Páginas: 198


«Ingenio Infantil en un Mundo Estricto»

La obra de Escobar, imbuida de un humor dinámico, presenta a estos dos personajes juveniles, audaces y libres, atrapados en un hogar regido por rígidos códigos morales. Este es el dominio de Don Pantuflo Zapatilla, antes conocido como Raguncio Feldespato, y de Doña Jaimita Llobregat, padres que se aferran a anticuados principios de crianza, desfasados incluso para 1948. Don Pantuflo, un hombre severo y adicto a la pedagogía de la vieja escuela, ejerce sus valores decimonónicos como catedrático en Filatelia y Colombofilia, es decir, la cría y adiestramiento de palomas. Al comienzo de la serie, los castigos que imparte a sus hijos podrían ser calificados hoy día como políticamente incorrectos. Por otro lado, Doña Jaimita Llobregat representa el arquetipo de la ama de casa, ocupada en las labores domésticas, tratando de ser la mediadora en favor de sus hijos, pero sin salirse de la sumisión que en aquel tiempo se esperaba hacia los mandatos de su «eminentísimo» esposo.

Zipi y Zape Clásicos del Humor Tomo 4 Pulgarcito nº 70 de 1948

En este escenario, Zape y Zipi se comportan como los niños que son: un tanto rebeldes, juguetones, ingeniosos y bastante activos, pero siempre respetuosos con sus progenitores y dispuestos a mover montañas para cumplir con los deseos de sus padres. Sin embargo, el destino a menudo transforma sus buenas intenciones en acciones que perturban la tranquilidad y causan la confusión y el desconcierto entre los adultos, que no logran descifrar sus nobles propósitos.

Zipi y Zape Clásicos del Humor Tomo 4 Pulgarcito nº 1186

A medida que pasaba el tiempo, y especialmente después de 1955, cuando aparecieron las primeras regulaciones oficiales dictadas por la Delegación de Prensa del Ministerio de Información y Turismo para supervisar el contenido de la prensa infantil y juvenil, la filosofía y los argumentos de Zipi y Zape experimentaron ciertas modificaciones. La rigidez de Don Pantuflo Zapatilla disminuyó, convirtiéndose en un padre más complaciente que buscaba impartir ideales altruistas a sus hijos. Los gemelos, por su parte, comenzaron a mostrar una disminución en la intensidad de sus acciones.

Escobar se alejó de situaciones que pudieran poner demasiado en tela de juicio las figuras autoritarias y se concentró en ilustrar riñas más ligeras, menos comprometidas con ese espejo caricaturesco de la realidad social que los tebeos de Bruguera habían reflejado entre 1947 y 1955.

Zipi y Zape La vuelta al mundo

«Los inseparables gemelos: reflejo de la infancia»

Escobar siempre tuvo una visión muy definida para sus personajes, Zipi y Zape: «Mi objetivo era reflejar en mis historietas las inquietudes de los niños, quienes serían los lectores de Zipi y Zape. Creo que uno de los grandes logros de estos gemelos es abordar las preocupaciones que los niños pueden identificar fácilmente: la escuela, los profesores, los compañeros, las calificaciones, los padres, y demás». Y, de hecho, más allá del contexto familiar, que incluye a los abuelos de Zipi y Zape y a Sapientín, su primo prodigio, Escobar creó un entorno diario para estos gemelos, dando vida a personajes tan queridos como Don Minerva, su maestro, el Doctor Pildorin, médico de la familia, Don Ángel, el oficial de policía del barrio, y, por supuesto, sus compañeros de clase, entre los que se destaca Peloto Chivátez, su más implacable enemigo.

Evolución #01. Del Super Humor (Lo mejor de Zipi y Zape)

Curiosamente, entre Zipi (el rubio) y Zape (el moreno), aparte de la diferencia obvia del color de pelo, prácticamente no existe ningún tipo de conflicto entre ellos: siempre actúan en conjunto, participan en juegos y actividades juntos y se mueven motivados por los mismos sentimientos positivos. Sin embargo, son incapaces de aceptar la rutina y de seguir la disciplina de una escuela con pocos valores pedagógicos. Nunca parecen encontrar el tiempo para hacer sus tareas, lo cual a menudo resulta en castigos variados y, como es de esperar, en calificaciones muy por debajo de la media.

Evolución #02. Del Super Humor (Lo mejor de Zipi y Zape)

Impacto y Fama

Las historietas de Zipi y Zape se publicaron en entregas de una o dos páginas hasta finales de los años sesenta, apareciendo en revistas como Pulgarcito, la segunda fase de Tío Vivo o el Suplemento de Historietas de El DDT. Fue la Editorial Bruguera la que, tras realizar una encuesta entre sus lectores y descubrir que Zipi y Zape ocupaban el segundo puesto en popularidad en los tebeos de la editorial, alentó a Escobar a embarcarse en la creación de aventuras de mayor longitud.

A la olla

En 1970, dentro de la revista Mortadelo, Zipi y Zape comenzaron a protagonizar historias de 44 páginas. Este formato permitió a Escobar explorar de forma más profunda la personalidad de sus personajes, tejiendo sus chistes en una trama más amplia que facilitaba la creación de situaciones en las que los hermanos Zapallila podían moverse libremente. El éxito de estas historias, que fueron recopiladas en formato de libros desde 1971, confirmó la gran acogida de Zipi y Zape entre los lectores de Bruguera. Como resultado, en 1972 se lanzó una nueva revista con el nombre de la serie.

Los mosqueteros

En la cabecera de la revista Zipi y Zape, Escobar escribió y dibujó historietas cortas de cuatro páginas sobre sus famosos gemelos, y amplió el elenco de personajes secundarios de la serie con la incorporación de los también gemelos Triqui y Traque, y del travieso Pachón.

Veinticinco años después de su creación, parecía que solo Zipi y Zape podrían rivalizar con la ya famosa serie Mortadelo y Filemón. Sin embargo, la serie de Escobar aún tenía algunas sorpresas reservadas para sus miles de fieles lectores.

«Sanciones Extremas: Una Sátira de la Disciplina»

Zipi y Zape Castigos

Las historietas de Bruguera publicadas entre 1947 y 1955 exhibían un tono de sátira y comedia burlesca, a menudo resaltadas por caricaturas y expresiones físicas exageradas. Las travesuras accidentales de Zipi y Zape siempre desencadenaban un castigo excesivo de su padre, Don Pantuflo, un hombre de reglas estrictas. La viñeta final solía presentar a Zipi y Zape en situaciones insólitas de castigo: encerrados en una pared, quemados, perseguidos por su padre armado, o incluso a punto de ser arrollados por una aplanadora, asfixiados con gas, abandonados y amordazados en las vías del tren, al borde de la decapitación o confinados en el «cuarto de los leones».

Claramente, estos castigos formaban parte de un humor exagerado e irreal, de un tipo oscuro que llevaba las situaciones al límite en busca de escenas delirantes. Era una sátira fantástica, una caricatura de la obsesión de Don Pantuflo por corregir los errores de sus hijos en un contexto de crítica clara hacia el castigo físico. Este castigo, a pesar de no llegar a los extremos presentados en las historietas, estaba en línea con una forma anticuada y cruel de interpretar la autoridad paterna en la España de los años cuarenta y cincuenta.

«Josep Escobar: El Polifacético Artista»

Josep Escobar (Barcelona, 1908-1994) ya había comenzado su carrera profesional como dibujante de chistes e historietas a la tierna edad de 14 años, colaborando con revistas como Virolet, En Patufet y Sigronet. Durante la década de 1920, Escobar se destacó en la revista vallesana La Gralla como escritor, ilustrador y caricaturista. Desde 1934, se convirtió en un colaborador frecuente de cómics como Pocholo y, más tarde, TBO.

Josep Escobar
Josep Escobar

Su habilidad para el dibujo le permitió trabajar como ilustrador en revistas como Lecturas o Papitu, mientras destacaba en publicaciones de humor crítico y satírico como Gutiérrez o L ‘Esquella de la Torratxa. Escobar, al mismo tiempo, trabajaba como cartero en una oficina de correos. Durante la Guerra Civil española, Escobar se convirtió en un contribuyente regular del semanario L ‘Esquella de la Torratxa, que apoyaba abiertamente a la República y criticaba a los sublevados. Al final de la guerra, fue juzgado por un tribunal militar y encarcelado durante casi dos años.

L'Esquella de la Torratxa
L’Esquella de la Torratxa

Tras su liberación, Escobar, que fue castigado en su papel de empleado de correos, retomó otra de sus pasiones artísticas: la animación. Trabajó como director de cortos de animación de varias series (Civilón, Pituco, Zapirón), e incluso se aventuró como guionista y director de animación del largometraje Érase una vez en 1950.

En 1944, regresó al dibujo de historietas para publicaciones como Leyendas Infantiles, Aventurero, TBO o Cucú, y se dedicó a ello de lleno desde 1947 cuando se convirtió en uno de los colaboradores regulares de la Editorial Bruguera y su renovada revista Pulgarcito. Creó docenas de personajes y destacó por series como Carpanta (1947) y Zipi y Zape (1948), a las que se añadieron otras como Doña Tula, suegra (El DDT, 1951) y Petra, criada para todo (Pulgarcito, 1954).

Petra. Criada para todo
Petra. Criada para todo

Junto a otros creadores de Bruguera, Escobar lanzó una nueva editorial centrada en la publicación del semanario Tío Vivo, donde concibió series como Blasa, portera de su casa. Un año después, Tío Vivo fue adquirido por Bruguera, editorial para la que Escobar continuó colaborando hasta su cierre en 1986. Durante este periodo, generó obras destacadas como Don Óptimo (1964), Toby (1967) o Plim, el Magno (1969).

La popularidad de Zipi y Zape llevó a Escobar a concentrarse casi exclusivamente en esta serie a partir de la década de 1970, labor que continuó realizando para Ediciones B hasta su muerte en 1994. En 1988, con un guión de Manuel Vázquez Montalbán, dibujó Las aventuras políticas de Zipi y Zape para Tiempo de Hoy.

Blasa. Portera de la casa

Bajo la lupa: Resumiendo datos

Otros nombres de la serie: En su primer año de existencia, también se los conocía como «Los Hermanos Zipi y Zape».

Origen:

Primera aparición en el número 57 de Pulgarcito (1948).

Autor:

Josep Escobar.

Escobar y algunos de sus personajes
Escobar y algunos de sus personajes
Elenco Principal:

Los gemelos, Zipi y Zape.

Características físicas destacadas:

Como gemelos idénticos, Zipi y Zape son casi indistinguibles entre sí, con la única diferencia de que Zipi tiene el cabello rubio y Zape, moreno. Los niños son de estatura media, con cabello abundante y su vestimenta habitual consiste en un chaleco rojo, camisa blanca, corbata y pantalones cortos negros.

Zipi y Zape
Zipi y Zape
Rasgos de personalidad:

Los gemelos son entusiastas, inquietos y siempre dispuestos a seguir las indicaciones de sus padres. Con una curiosidad innata y una evidente inteligencia emocional, se comportan como pillos por naturaleza. Tienen problemas con la disciplina, rara vez hacen sus tareas escolares y, en consecuencia, sus calificaciones suelen ser bastante bajas.

Elenco secundario:

Don Pantuflo Zapatilla, catedrático en filatelia, numismática y colombofilia, es un padre estricto y aficionado al orden, método y respeto. Don Pantuflo es un hombre maduro, alto y robusto, con patillas prominentes y calzado con botines. Su vestimenta usual incluye un chaqué, corbata y pantalones negros, un chaleco rojo abotonado y un pañuelo blanco cerca de la solapa.

Zipi y Zape Don Pantuflo
Don Pantuflo

Doña Jaimita Llobregat, la madre, es una mujer alta y esbelta, con abundante cabello negro adornado con un tupé y un lazo grande. Viste un jersey de cuello alto, generalmente rojo, con una falda negra y zapatillas del mismo color con lazos. Como ama de casa dedicada, pasa la mayor parte de su tiempo en las labores del hogar.

Dentro de los personajes secundarios con apariciones periódicas encontramos a Miguelita, hermana de Doña Jaimita y madre de Sapientín, el primo superdotado de Zipi y Zape; los abuelos Zapatilla, padres de Don Pantuflo; el Dr. Pildorín, médico de la familia; Don Ángel, el policía del barrio; Triqui y Traque, otro par de gemelos; Don Minerva, el maestro de Zipi y Zape, y algunos de sus compañeros de escuela, como Peloto Chivátez o Lechuzo.

Zipi y Zape Doña Jaimita
Doña Jaimita
Publicaciones:

Las historias de Zipi y Zape también se publicaron en Súper Pulgarcito, Tío Vivo (2ª época), Suplemento de Historietas de El DDT, Mortadelo, Zipi y Zape, Bruguelandia, DDT (2ª época), Mortadelo Especial, Súper Zipi y Zape, Zipi y Zape Especial y Zipi y Zape Extra, entre otros.

Temática: La serie, ambientada en el género del humor cotidiano, se centra principalmente en las travesuras que los protagonistas montan tanto en casa, en la calle o en la escuela. Aunque la temática permanece bastante constante, la forma de tratar las historietas cambió con el tiempo, suavizando gradualmente su crítica inicial al concepto de autoridad.

Super humor Zipi y Zape

Detalles adicionales:

En 1982 se estrenó un largometraje de acción en vivo titulado «Las aventuras de Zipi y Zape», que inspiró la creación de un dúo musical bajo el mismo nombre, compuesto por los mellizos Luis Maria y Francisco Javier Valtuille, protagonistas de la película. Tras la muerte de Escobar, Ediciones B publicó ocho álbumes con nuevas aventuras de los gemelos realizadas por Joaquín Cera y Juan Carlos Ramis.

Anécdotas:

En la primera historieta de Zipi y Zape, su padre se presenta con el nombre de Raguncio Feldespato.

Pulgarcito 1826

«El viaje de Zipi y Zape: Una retrospectiva»

La primera sección de este volumen es una colección cronológica de las primeras historietas de Zipi y Zape, fruto del talento creativo de Escobar, que aparecieron en revistas como Pulgarcito, Súper Pulgarcito, Suplemento de Historietas de El DDT o Tío Vivo. A lo largo de estas páginas, puedes observar la evolución tanto del estilo de dibujo de Escobar como del diseño de los personajes. Aun más importante es la transformación palpable en el tono de las historietas, desde una actitud inicial de desafío y sátira hasta un espíritu más suavizado en 1955. Dentro de estas historietas cortas, hemos incluido algunas que fueron publicadas en la portada de la revista Pulgarcito, específicamente en los años 1954, 1955, 1957, 1964, 1966, 1967 y 1969.

Pulgarcito 1554 (1961)

La mezcla de páginas en blanco y negro, bitono y color en esta primera parte del libro se debe a la ubicación variable de la serie en diferentes revistas. Hasta finales de los años sesenta, los interiores de las publicaciones de Bruguera se editaban en blanco y negro y bitono, mientras que las portadas y contraportadas de Pulgarcito siempre se imprimían en color.

Zipi y Zape Pequeños futbolistas

La segunda sección del libro presenta las dos primeras aventuras de larga duración de Zipi y Zape -«La vuelta al mundo» y «El tonel del tiempo«-, que vieron la luz entre 1970 y 1971 en el semanario Mortadelo. Estas historias surgieron tras el reconocimiento por parte de Bruguera de la creciente popularidad de los gemelos Zapatilla. Para cerrar este volumen, hemos seleccionado varias historietas que aparecieron en la revista Zipi y Zape, que lleva el nombre de los protagonistas y comenzó su publicación en 1972. Estas historietas, de 4 páginas de longitud, introdujeron varios personajes secundarios en la serie.

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