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Reseñas

13 Rue del Percebe: (Clásicos del Humor Tomo 2)

13 Rue del Percebe Clásicos del Humor Tomo 2
Tiempo de lectura: 12 minutos aprox.

«Vida y Leyendas de la Famosa Dirección: 13, Rue del Percebe»

Seguimos con el Tomo número 2 de «Clásicos del Humor» en nuestra gran travesía por descubrir a los mejores autores del tebeo y sus creaciones; repetimos de nuevo con el gran «Francisco Ibáñez», del que aún tendremos nuevas aportaciones en sucesivos tomos.

El gran maestro del humor gráfico español, Francisco Ibáñez, creó un universo increíblemente humorístico y caricaturesco en «13, Rue del Percebe«. Esta obra, una singular y profunda exploración de la vida en una comunidad de vecinos, desató una nueva ola de carcajadas cuando se presentó por primera vez en 1961 en la página final del semanario Tio Vivo.

El ingenioso Ibáñez, conocido por su destreza en la creación de escenas de humor monotemáticas, logró un nivel de coherencia nunca visto antes en esta serie. Cada página constituía un pequeño mundo, un microcosmos autónomo en el que vagaban una multitud de personajes únicos y memorables. De hecho, se presentaron hasta veinte personajes distintos, cada uno con personalidades y características individuales, en el transcurso de esta exitosa serie.

13 Rúe del Percebe Ibánez dibujando

El número 13 Rue del Percebe, un nombre comúnmente hallado en las calles imaginarias que llenan los cómics de Bruguera, es una edificación bastante pintoresca. Se compone de una planta baja, tres niveles superiores, y una azotea adornada con una buhardilla. Además, para añadir un toque extra de ingenio, Ibáñez agregó un décimo espacio vital: una alcantarilla que se encuentra justo enfrente de la entrada principal del edificio.

Esta magnífica edificación sirve de escenario a una diversidad de historias con personajes que son ejemplos exagerados de diferentes tipos humanos. Cada uno de ellos está marcado por sus circunstancias específicas, alimentando la comedia y el humor que impregnan cada viñeta.

13 Rue del Percebe Tio Vivo 2ª Época Número 1 (1961)
13 Rue del Percebe Tio Vivo 2ª Época Número 1 (1961)

La fama de «13, Rue del Percebe» llegó a tal punto que la frase se convirtió en una expresión popular para describir cualquier edificio habitado por residentes peculiares o extravagantes. En ese sentido, la serie se convirtió en una referencia cultural, un espejo cómico de la sociedad, donde cada habitáculo del inmueble simboliza una esfera de la vida urbana, poniendo de manifiesto la diversidad y el absurdo de la vida en la ciudad.

Gatito cazando en la chimenea

La brillantez de Ibáñez al concebir «13, Rue del Percebe» reafirma su estatus como uno de los grandes humoristas de la historia del cómic español. Esta obra, considerada un pilar en la carrera de Ibáñez, logra retratar de manera divertida y estrafalaria las innumerables facetas de la convivencia humana en una comunidad de vecinos. A través de sus viñetas, el lector puede ver reflejadas las situaciones cotidianas, aunque de manera desmesurada y cómica, viviendo la vida de los personajes de la famosa dirección: 13, Rue del Percebe.

13 Rue del Percebe Tio Vivo Nº 104 Densa niebla


DETALLES DEL CÓMIC

13 Rue del Percebe Portada

Título original: 13, Rúe del Percebe

Editorial: GRUPO EDITORIAL RBA.

Autor: Francisco Ibáñez

Dibujante: Francisco Ibáñez

Fecha de publicación: 2009

Género: Humor, Comedia

Páginas: 200


«Entre Pisos y Oficios: Un Mosaico de Personalidades»

El emblemático edificio de 13, Rue del Percebe ha sido hogar de una variopinta diversidad de personajes desde 1961. Los inquilinos, todos beneficiarios de contratos de alquiler, cuentan con distintos oficios y personalidades; algunos son excepcionales en su rareza, pero todos son auténticos y tangibles, dotando al edificio de una atmósfera inigualablemente colorida.

En lo más alto del edificio, la buhardilla es ocupada por Manolo, un experto en la elusión de deudas. Este inquilino ingenioso es conocido por evadir a sus múltiples acreedores con trucos insólitos. El folklore urbano sugiere que este personaje es un homenaje a Manuel Vázquez, un prolífico dibujante de la Escuela Bruguera y mente maestra detrás de personajes icónicos como Las Hermanas Gilda y La Familia Cebolleta.

13 Rue del Percebe Buhardilla

En el tercer piso, lado izquierdo, encontramos a un matrimonio de mediana edad, cuyo patriarca se dedica a la profesión de ladrón. Sin embargo, este no es un malhechor común y corriente, sino un cleptómano torpe y desorientado, casi ingenuo en su actuar. Su hogar a menudo está lleno de los objetos más absurdos, resultado de sus desafortunados intentos de robo.

A su lado, en el tercer piso derecho, reside una numerosa familia. Originalmente, constaba de una pareja y sus seis hijos, pero con el tiempo, el padre y la hija mayor -quien estaba en edad de casarse- desaparecieron misteriosamente. Esto dejó a una madre soltera al mando de cinco niños revoltosos, añadiendo otro nivel de caos a esta peculiar comunidad.

La familia

El edificio del número 13, Rue del Percebe es, sin lugar a dudas, un hervidero de personalidades únicas. A través de sus inquilinos y sus respectivos oficios, la vida cotidiana se vuelve una comedia de situaciones, destacando la diversidad y lo absurdo de la convivencia humana.

«Desfile de Excentricidades: Habitantes de 13, Rue del Percebe»

Adentrándonos más en la peculiar vida de 13, Rue del Percebe, el segundo piso a la derecha acogió inicialmente a una versión cómica del Dr. Frankenstein, famoso por sus creaciones de seres malformados. Sin embargo, la censura eventualmente sugirió su reemplazo por un sastre arrogante y altivo, con habilidades cuestionables, pero con una facilidad innata para despreciar a sus clientes.

En el apartamento contrario, encontramos a una anciana soltera entregada a la noble tarea de rescatar a cualquier criatura necesitada, ya sea doméstica o salvaje, que se tope en su camino. Esta mujer amante de los animales comparte, sin saberlo, un vínculo con el ocupante del primer piso a la izquierda: un incompetente veterinario cuyas prácticas probablemente harían temblar a cualquier defensor de los derechos de los animales.

Dr. Frankenstein

Cruzando el pasillo, Doña Leonor se afana en mantener a flote su economía subarrendando cada rincón posible de su vivienda. La presión por la supervivencia económica lleva a que su apartamento se transforme en un enjambre de inquilinos, a veces llegando a contarlos por docenas.

En la planta baja, descubrimos a Don Senén, propietario de una tienda de ultramarinos cuyo negocio florece gracias a su especial habilidad para estafar a su clientela. Junto a su tienda, la portería está regentada por una portera de carácter agrio, un guiño caricaturesco de Ibáñez a una figura icónica de las grandes ciudades.

Finalmente, pero no menos importante, Don Hurón, un personaje ingenioso que, ante la crisis inmobiliaria de la época, decide hacer de una alcantarilla su hogar. Esta elección, aunque inusual, trae consigo un sinnúmero de desventuras debido a los ataques externos que debe enfrentar.

Planta baja

Con esto, nos ofrece un cuadro chispeante de la vida urbana, lleno de humor y situaciones hilarantes. Con cada piso y cada inquilino, Ibáñez logra pintar un mosaico de personalidades y oficios que hacen del cómic una fascinante experiencia de lectura.

«El Don de la Creación: Una Mirada al Científico de 13, Rue del Percebe»

El cine y la literatura siempre han jugado un papel fundamental en la inspiración de los personajes más extravagantes. Un ejemplo claro es el inusual ocupante del segundo piso a la derecha: un científico que parece haber salido de las páginas de una novela de ciencia ficción.

Este personaje, moldeado en las tradiciones de Mary W. Shelley y H.G. Wells, invoca la imagen de un Dr. Frankenstein y un Dr. Moreau modernos. El genio maniaco de Ibáñez, este científico muestra una afición por la manipulación de la vida humana, dando vida a criaturas horrendas, una de las cuales recuerda vivamente a la interpretación de Boris Karloff de la bestia de Frankenstein en el cine.

Frakenstein tocando al timbre

Sin embargo, en 1964, la Dirección General de Prensa intervino, instando a la editorial Bruguera a eliminar este personaje. Su razón se basó en la presunción de blasfemia, señalando que solo un ser divino tiene el poder de crear vida.

Poco después de este incidente, el científico anunció su intención de mudarse a un apartamento más amplio para albergar a un monstruo de mayor tamaño. Durante varias semanas, la portera presentó el piso a una serie de posibles inquilinos, antes de finalmente cederlo a un sastre inexperto, despectivo y lacónico.

Sastre inexperto

Con este giro, el cómic 13, Calle Percebe abordó temas como la creación de vida, la ciencia ficción y la censura, haciendo que sus viñetas fueran mucho más que simples chistes, sino un reflejo de las preocupaciones y debates de su tiempo.

«El Ascensor, un Gato y un Ratón: Invitados Especiales en 13, Rue del Percebe»

La vida en el número 13, Rue del Percebe es una amalgama de situaciones cómicas; diez, para ser precisos, una por cada espacio habitable en el edificio. Pero el virtuoso Ibáñez, nunca satisfecho con lo predecible, introdujo aún más elementos de humor en sus relatos gráficos.

Un chiste recurrente en sus entregas implicaba a un ratón burlándose de un gato, una inversión cómica del orden natural. Además, el ascensor del edificio se convirtió en otro protagonista inesperado, sumando una dosis extra de humor a cada viñeta.

Tio Vivo 2ª Época Nº 236 (1965)

En 1964, la serie se vio enriquecida con la aparición estelar de Rompetechos, un personaje querido por los fanáticos, que agregó una nueva capa de diversión a las ya repletas páginas del cómic.

Ibáñez demostró su maestría al incluir elementos unificadores en cada edición. En ocasiones, la finca estaría inundada de agua, llena de hollín o casi vacía después de las payasadas del ladrón del tercer piso. Cada uno de estos elementos servía para unificar el humor y la narrativa a lo largo de las páginas.

13 Rue del Percebe Tio Vivo 2ª Época Número 155 (1964)

Durante al menos sus primeros seis años de existencia, «13, Rue del Percebe» fue un brillante reflejo de cómo una parodia de la vida cotidiana puede ser ingeniosa y entretenida. La capacidad de Ibáñez para crear una amplia gama de personalidades y diseñar una infinita variedad de situaciones cómicas ha dejado una marca indeleble en el mundo del cómic. En esencia, el cómic es una formula innovadora que demuestra la habilidad de Ibáñez para dar vida a una página de chistes temáticos, convirtiéndola en algo más que una simple tira cómica.

Un ratón de armas tomar

«Navegando por las Olas del Humor desde 1961 hasta 1981 en Tío Vivo»

El cómic Tío Vivo nació en 1957 de la mano de cinco artistas renegados de su editorial anterior –Cifré, Conti, Escobar, Peñarroya y Giner. Juntos, decidieron lanzar su propio proyecto editorial, nombrándolo D.E.R. (Dibujantes Españoles Reunidos). Juntos crearon personajes frescos y moldearon una revista que fusionaba cómics con humor gráfico y literario, con un enfoque dirigido inicialmente a un público más maduro.

Sin embargo, su creación, Tío Vivo, tuvo dificultades para resistir la fuerte competencia del mercado. Para 1959, los cuatro primeros artistas habían regresado al redil de la Editorial Bruguera. En 1961, Bruguera tomó las riendas de Tío Vivo y lo devolvió a los quioscos. Algunas de las series originales continuaron, pero también se agregaron nuevas, como «13, Rue del Percebe».

El ascensor

«13, Rue del Percebe» se mantuvo como una sección constante de Tío Vivo, demostrando su popularidad y durabilidad. Esta serie permaneció en las páginas de Tío Vivo hasta su cierre definitivo en 1981, un testimonio del humor distintivo y la creatividad que definieron la revista a lo largo de los años.

«Francisco Ibáñez: Un Visionario del Humor Ilustrado»

Francisco Ibáñez Talavera, nacido en 1936 en Barcelona, comenzó su viaje profesional en el Banco Español de Crédito. Empezando como un modesto botones, avanzó hasta el puesto de auxiliar administrativo, pero su verdadero sueño siempre estuvo en el arte del humor gráfico.

A los 20 años, Ibáñez dio sus primeros pasos en el mundo del cómic, publicando en publicaciones como Hipo, Manito y Fifí, Paseo Infantil o La Risa. Sin embargo, su gran avance llegó en 1957, cuando empezó a publicar chistes sueltos para revistas como El DDT o Can Can, en esta etapa creó su primer personaje para Bruguera, Don Adelfa, y continuó la serie ideada por Vázquez, «La historia esa vista por Hollywood«.

Francisco Ibánez Autocaricatura

Ibáñez siempre demostró una versatilidad y un estilo gráfico personal únicos que le permitieron presentar una nueva serie para Pulgarcito, la revista más destacada de Bruguera. Su propuesta, «Mortadelo y Filemón, agencia de información«, narraba las aventuras de dos detectives privados esforzados pero ineficaces y fue un éxito inmediato.

Gracias a su innato talento para el humor y una asombrosa capacidad de producción, Ibáñez creó numerosas series durante su carrera, destacando «La familia Trapisonda«, «13, Rue del Percebe«, «El botones Sacarino«, «Rompetechos» y «Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio«. Sin embargo, una encuesta de finales de los años sesenta reveló que «Mortadelo y Filemón» era la serie favorita de los lectores.

Francisco Ibánez Mortadelo y Filemón

Respondiendo a este amor por los personajes, la editorial decidió expandir sus aventuras a 44 páginas, publicándolas en la revista Gran Pulgarcito, antes de recopilarlas en formato de álbum. Ahora transformados en agentes secretos de la T.I.A., «Mortadelo y Filemón» comenzaron su vertiginosa escalada hacia la fama, requiriendo prácticamente toda la atención de Ibáñez.

El 50.º aniversario de sus personajes en 2008 solo sirvió para confirmar la popularidad perdurable de los agentes de la T.I.A. Ibáñez ha sabido mantener a sus personajes relevantes y frescos, incorporando temas y personajes contemporáneos en sus tramas, asegurando así su lugar en el corazón de los aficionados al cómic.

Mortadelo y Filemón armados

Bajo la Lupa: Resumiendo datos

Nacimiento y lugar:

13, Rue del Percebe irrumpió en escena en el número 0 de la segunda etapa de Tío Vivo, en el año 1961.

Creador:

La mente maestra detrás de este cómic excepcionalmente divertido y vibrante es Francisco Ibáñez.

Elenco principal:

El edificio alberga una variedad de personajes coloridos y entretenidos. Entre ellos se encuentran Manolo (azotea); Ceferino y su esposa (tercer piso, izquierda); Doña Benita y sus cinco hijos (tercer piso, derecha); una anciana miembro de la Liga Protectora de Animales (segundo piso, izquierda); un científico loco, más tarde reemplazado por un sastre (segundo piso, derecha); un veterinario (primer piso, izquierda); Doña Leonor y sus inquilinos (primer piso, derecha); Don Senén, dueño de una tienda de ultramarinos (planta baja); la portera (portería), y Don Hurón (alcantarilla).

13 Rue del Percebe Personajes

Principales peculiaridades físicas:

Los personajes de este universo en miniatura son tan variados físicamente como lo son en personalidad. Manolo es un hombre corpulento con bigote. Ceferino siempre lleva un antifaz que delata su «ocupación», mientras que su esposa es alta, delgada y tiene una nariz prominente. Doña Benita es una ama de casa de aspecto descuidado, y sus cinco hijos tienen la apariencia de pequeños granujas que son. La amante de los animales es una mujer mayor vestida con ropas que evocan tiempos pasados. El inventor de monstruos y el sastre son hombres bajitos y calvos, con el sastre mostrando un aire de indolencia. El veterinario, también calvo, ostenta un frondoso bigote. Doña Leonor es rubia y suele vestir un vestido con topos. Don Senén, siempre en su bata, tiene un pequeño bigote. La portera, con su moño, nunca se separa de su escoba, mientras que Don Hurón, con su incipiente calvicie, parece un hombre corriente.

13 Rue del Percebe Todo patas arriba

Personalidad:

Los personajes de 13, Rue del Percebe tienen personalidades distintivas, la mayoría de las cuales exhiben el ingenio asociado al carácter típico español. Manolo es el vividor que nunca paga sus facturas. Doña Leonor explota a sus inquilinos. Don Senén es un timador profesional y Ceferino es un ladrón de buen corazón. Los demás personajes encarnan los arquetipos de su tiempo, desde la abnegada ama de casa hasta la solitaria amante de los animales, pasando por el sastre despreocupado y el digno Don Hurón. El único personaje que parece fuera de lugar en una casa típica española de la época es el científico loco.

Personajes secundarios:

Manolo tiene un gato que es constantemente torturado por un ratón. Aunque aparecen en cada página, su papel es principalmente de apoyo.

13 Rue del Percebe Día lluvioso

Algunos detalles:

En cada edición de esta serie, encontramos un caleidoscopio de gags que capturan la atención, como la peculiar tortura que el ratón de la azotea inflige al desafortunado gato de Manolo, o la actividad inesperadamente humorística en torno a un ascensor que parece tener una multitud de usos, menos el que se le supone.

13 Rue del Percebe Tio Vivo 2ª Época Número 229 (1965)

Anécdotas:

Aparte de la sustitución del científico por un sastre debido al «consejo» de la censura, en muchas de las páginas de 13, Rue del Percebe aparece un personaje invitado muy especial: Rompetechos. Este hecho destaca la versatilidad del cómic y su habilidad para incorporar y adaptarse a diferentes personajes y situaciones.

En esta edición

Este compendio presenta una colección cuidadosamente seleccionada de las más memorables historias de 13, Rue del Percebe desde su debut en 1961 hasta 1967. Este periodo concluyó cuando las demandas de tiempo de Ibáñez obligaron a la editorial a delegar parte de la serie a otros ilustradores.

13 Rue del Percebe RompetechosAl revisar las páginas en su orden original, los lectores pueden observar el desarrollo de cada personaje, especialmente las notables transformaciones en espacios como el tercer piso a la derecha -donde el padre y la hija mayor de la familia desaparecen- y el segundo piso a la derecha, donde un sastre toma el lugar del científico debido a la censura. Además, la aparición y creciente relevancia de Rompetechos son evidentes, así como un cameo inolvidable de Mortadelo en la entrega que coincide con el número 163 de Tío Vivo (1964). Las páginas en blanco y negro se muestran en su formato original, ya que fueron publicadas en las páginas interiores de las cubiertas, en lugar de en la contraportada, como solía ser la norma.

¿Os habéis quedado con ganas de más?. Aquí os dejo un video del canal de Youtube de «Retrologando» donde conoceréis en detalle mucho más sobre «13 Rue del Percebe»:

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